lunes, 18 de septiembre de 2017

VIVIMOS DE MEMORIA


Como si conocerla 
fuera posible. El hábito 
de hablar con ella apaga 
esa pregunta: ¿qué 
quiere mi madre? Pistas 
hay a montones, pero, 
como te digo, el hábito 
me ciega a sus premuras. 
Un sueño me trajiste 
que te contó. Fue un sordo 
quebrantarse nacido 
de lo más hondo. Historias
que se reserva. Dulce: 
nadie sabe de nadie, 
y desde el horizonte 
nos trabaja la muerte, 
que a todos llegará 
de pronto; como un gong. 

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