miércoles, 6 de septiembre de 2017
LIBROS
La Biblia que mi abuela
me pasara hace mucho
quedó ubicada entre Atwood
y Foix hace unos meses.
(Estaba en "Pensamiento",
junto a Capanna y Darwin,
y algo la trasladó
a un sitio menos áspero.)
Leí algunas secciones
un verano --yo: un chico
en la playa, con frisbi,
y antiparras, y mufa--,
en el auto, con la
ventanilla soplándome.
Pero ya no me habla;
muda, presente, Gutri
de todo que fue,
perdura en su cuerina.
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